Yo tambien

julio 29, 2010

Palos y piedras rompen huesos; las palabras, corazones.

¡Hola!, soy yo Belkis, la autora del Blog. Un poco perdida, días complicados, un tanto indispuesta de salud pero, aquí estoy de vuelta plasmando mis ideas. Durante todo este tiempo les he ido explicando las diferentes formas que ayudan a un abusador a ejercer poder y control sobre ti. Con mis anécdotas -en forma de reflexiones- solo he querido visualizarlas y darles nombre para que no queden solo en un cuadro teórico.

Porque creo en el cambio de las culturas y creo que los abusos verbales en las relaciones deben ser reconocidos como reales, hoy y en muchos posts venideros, les hablaré de un abuso que se esconde por su “imperceptibilidad”: El Abuso Verbal. Si lo llegas a reconocer, puedes tal vez, salvar tu vida emocional y probablemente psicológica.



Como dicen en inglés “he is a really nice guy”…but…

Si, ¿cuántos de ustedes ven que las parejas de sus amigas y familiares se ven buenos chicos (si son novios), buenos hombres (si ya están casados), buenos partidos (si están en un proceso de relación)? ¿Cuántas veces una (en este caso la pareja) vive en un mar de confusión porque siente que la percepción de su realidad está errada, sus sentimientos están errados porque El actúa con sarcasmo, manipulación, coerción? Creo, más de los que ustedes mismos se imaginan.

Por supuesto ya saben que ese era mi caso. Cada día la ola iba creciendo más. Hubo un día muy puntual. Marcó un antes y después. Mis amigas Nana y Magda me invitaron una tarde a reunirnos. Como siempre, sabíamos todas que habría problemas para la salida. Asi que iríamos todas en un mismo carro. En el estaban ellas, con sus dos hijas de ocho años respectivamente, y yo.

Recuerdo que Nana, se bajó para saludarlo a Él y que VIERA que éramos nosotras tres las que saldríamos con las niñas. ¿Lugar? Mc Donald’s más cercano. En realidad, cualquier sitio era indiferente porque solo queríamos conversar. Nos fuimos y estando juntas me notificaron lo preocupadas que estaban ambas por mi situación, mi forma de comportarme, lo retraída y delgada que estaba. Se habían estado informando sobre esos comportamientos y trataban de convencerme que El no estaba bien de salud o por lo menos no actuaba de manera racional.

“No es normal Belkis, tienes que leer esto decía Nana”. “Te voy a decir lo que le pasó a la amiga de la amiga de mi vecina que vive en Colombia comentaba Magda”…”debes tomar una decisión, sabemos lo difícil pero sentimos que tu vida podría correr peligro”. Yo lo sabía, muchas veces lo había pensado pero no sabía por dónde empezar; sin embargo, no estaba muy segura que El llegara más lejos de lo que había hecho hasta entonces. Así pasaron las horas y tres horas en Mc Donald’s volaron.

No comí, no tenia apetito solo me angustiaba saber que El estaba en casa disgustado y probablemente discutiríamos otra vez. Recuerdo que Nana me dijo “¿ves lo que te digo?, no has comido y ahora nosotras estamos nerviosas de lo que pueda pasar cuando te dejemos”. Al bajarme del carro solo me dijeron “prométenos que si todo se complica nos llamarás Belkis”. “Si, claro aunque no sé por qué hoy no quiero entrar a casa –les dije- pero igual muchas gracias”.

Llegué, les preparé la cena a mis hijos y se fueron a dormir. Eran las 9:00 p.m. El estaba tomando –como siempre- y empezó con su discurso lleno de sarcasmo y hostigamiento. Mientras yo recogía la cocina, me rondaba por detrás con su vaso de whisky barato y el sonido del hielo me perturbaba. Mi respiración estaba acelerada.

-Y qué ¿cómo la pasaste?
-¿Me vas hacer creer que fuiste con tus amigas? ¿Crees que porque se bajaron a saludarme voy a creer que estaban juntas?
-¿A dónde fuiste? ¿A qué restaurante te llevó?

Respire hondo, es decir, me insinuaba que había estado con alguien. Apagué las luces e iba a subir al segundo piso (donde quedan las habitaciones) y me interceptó.

Okey le dije ¿qué me quieres decir? Entonces empezó a insultarme sin levantar la voz. El tono siempre era el mismo y hasta se instaló en la silla del computador ¿Yo? Tomé la silla del comedor y me senté frente a Él.


Si, ahora estoy llorando al recordar el episodio porque en ese momento no lo hice. En mi vida, NADIE, NADIE me había dicho tantas barbaridades, tantos insultos, tantas palabras soeces, ofensivas y de paso con glamour. Cada grosería, cada palabra insultiva fue dicha sin levantar un poco la voz. Sus ojos llenos de odio, rabia me quemaban mi cuerpo como dardos de flechas y yo aguantaba para no llorar.

Le miraba tratando de reconocer, si esa era la persona, con quien me había casado. A quien le había dado todos mis años de juventud. A quien le había dado dos hijos. Con quien habia planeado el resto de mi vida. Y callaba. Si, callé durante dos-tres horas. Se paseó por las cosas más increíbles que ustedes como lectores puedan imaginarse y que no voy a repetir porque creo me las dijo TODAS. Hasta las más dolorosas que una se pueda imaginar. Si…esa que estás pensando me la dijo, y esa otra que se te ocurre a ti, también; y la otra, y esa otra ¿insensatez? también…….T O D A S.


Me recordó -a su vez- desde alguna pastilla que me compró por tener malestar de gripe cuando éramos novios, hasta la compra de hamburguesas del Tropi Burguer de mi Universidad cuando estudiábamos para “matarme el hambre”. Como el apoyo que me dio con mi Tesis de Grado, como la cena de cualquier cumpleaños, como la comida que me daba hasta ese día, en fin….que no me dijo ese “nice guy”.

La silla de la computadora donde estaba sentado, tenía rueditas; así que se acercaba con ella y su cuerpo quedaba muy cerca del mío cuando quería afincar en algo “importante” para El y luego se alejaba. Creo que jugaba maquiavélicamente a querer desquiciarme. ¿Y yo? NUNCA, dije nada. Solo escuché atenta sus palabras y de brazos cruzados me repetía internamente como un himno: “Belkis, estas son las palabras que NUNCA debes olvidar y son las que NO debes permitir que NUNCA más ni Él ni NADIE vuelva a decirte por el resto de tus días. Que te sirva como HIMNO para salir de esta relación".

Eso lo repetí por todo el tiempo que duró el monólogo. Muchas veces me desdoblaba y sentía que no estaba allí. Sentía un dolor muy grande, como si con un palo me estuvieran dando por los brazos y las piernas. Sentía que mis huesos se rompían pero no, era mi corazón que se partía en mil pedacitos. Al final, solo al final cuando me preguntó “¿Y no me vas a decir nada?”

Sí, claro dije “¿ya terminaste?” y me levanté. Tomé la silla, la coloqué en su puesto. Eso lo enfureció más entonces, se me vino encima. Me asusté, mis hijos dormían (eso creo) y no quería escándalos. La luz de la casa vecina estaba encendida. Podían escuchar todo.

Me tomó fuertemente de las muñecas y los brazos. No podía soltarme pero al final lo logré porque El estaba tomado y se cayó al piso solo. Salí corriendo, subí a la habitación de huéspedes y me quedé allí hasta que El se durmiera.

En la mañana me vi los morados. Los brazos me dolían por el forcejeo. A mí alrededor todo estaba en orden. No había cosas revueltas, ni muebles fuera de lugar. Tampoco volaron cojines ni almohadas…todo estaba en una atmósfera oscura pero en su “santo lugar” Y entonces se confundieron todos los dolores.


Llamé a la Nana y del otro lado solo escuché la voz de mi amiga “¿qué pasó anoche? ¿Estás bien?” y le conté todo.

Me fueron a buscar pues allí si entré en crisis. Claro ya sabía que había entrado a otro paso de Violencia y eso no podía volver a pasar. Me dijeron que estaba loca al haberme quedado allí escuchándolo. Yo creo haber hecho lo necesario para mí. Necesitaba llegar a mi punto “no retorno”. Algo que me dijera en mi interior YA NO MAS, MIRALO CON TUS PROPIOS OJOS, OYELO CON TUS PROPIOS OIDOS YA NO MAS”. Y así se los hice saber a mis amigas. Ese dolor fue como un botón indicativo de “desvío…desvío”.

¿Por qué no llamé a la policía en ese momento? ¿Por qué no lo denuncié en ese momento? ¿Qué le hubiera dicho a la policía: llamo porque este señor me está insultando, llamo porque me agarró por las muñecas y tengo un morado? ¿Qué iba a pasar con mis hijos? ¿A dónde irían? ¿Y qué pasaría con El si estaba tomado? ¿Cómo iba a perjudicar eso mi proceso en este país? ¿Cómo se resolvería el divorcio si ni siquiera habíamos llegado a un acuerdo y solamente le había dado “advertencias”? ¿Qué le voy a decir a su familia si lo detienen? ¿Me creerán? ¿Mis hijos me perdonarían el tremendo zafarrancho que había construído por una simple denuncia? ¿Quién me defendería si me veía envuelta en un problema judicial?


Ignorante yo del proceso, no sabía que mis opiniones no son leyes. Si lo hubiese hecho tal vez más adelante esa denuncia, como muchas, pudieron haber sido un soporte. La pelota estaba en mi cancha, por ser poco asertiva lo perdí. Hoy te digo: No asumas, asegúrate. No supongas, verifica. Bueh, digamos que eso fue un “resultado no deseado”. ¡que le voy hacer! Ya no hay vuelta atrás.

Nos seguimos leyendo en la red!!!

3 comentarios :

  1. Hola belkis, tu relato se me hace horriblemente familiar y solo puedo decirte que mucho animo. Yo aun a día de hoy no he olvidado ni una sola de las palabras ni uno solo de los golpes que me dieron. Pese a que las heridas fisicas se pasan el dolor del corazón siempre queda. A veces quisiera poder "perdonar y olvidar" pero se me hace imposible. El perdon es de Dios, y yo ni soy Dios ni tengo alzheimer. No puedo olvidarlo, ES parte de un pasado que no quiero recordar, pero que siempre está presente, porque desde aquello hay un antes y un después en mi. Antes vivia tranquila, y ahora la tranquilidad no volverá.

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  2. Angie que alegria saber de ti. He perdido la forma de comunicarme contigo y de leerte. Escribeme a mi correo. En cuanto al post te entiendo perfectamente. Tu frase "no soy Dios ni tengo Alzheimer" dice mucho de la profundidad de tu herida. Pero sabes? yo si creo que la tranquilidad llegara a tu vida. Yo creo que ya has usado ese dolor, trasmutandolo y te has conocido y fortalecido aun mas. Piensa que ELLOS usan la violencia como el ultimo refugio de un sobreviviente sin opciones. Tienen mente retorcida y nada podemos hacer. Mientras que tu, tu revolucion, la verdadera, es la personal, la tuya. Escribeme pls. Un abrazote.

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  3. Hola, hola GRACIAS MIL Angie y Rossy que publicamente han dicho presente conmigo. Tambien agradezco a quienes me escribieron interno o me llamaron ja para saber un poco "mas en detalle del cotilleo". Gracias igual pero no amig@s digo lo que tengo que decir a vox populi y con eso es suficiente. Un abrazo a todos quienes me leen. Seguire, eso si, esmerandome en traerles mas informacion. Que disfruten este post de hoy domingo.

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