Yo tambien

mayo 19, 2011

“Divorciarme Yo…” revelaciones de un descasado

¿Cuántas posibles cualidades conoce usted ahora de su ex marido? ¿Qué aspectos cree usted que a él le hace sentir disminuido? Ummm ya se, piensa que ninguno. Pues léame, tal vez ¡Todo lo contrario!

¡Hola!, soy yo Belkis, la autora del Blog. No, no estoy loca -ni nada por el estilo- déjenme que les cuente. Por estos tres fines de semana se estará presentando aquí en Miami la obra “Divorciarme Yo...”, con el actor venezolano Orlando Urdaneta. Asistí al estreno en la sala 2 del conocido Teatro Trail y tal vez se preguntarán por qué está hoy en mi espacio.


Como comunicadora - y a pesar de ser mujer de este tiempo- no me siento para nada prisionera de un solo género. Si escogí trabajar y hablar de violencia doméstica lo hice a conciencia que no quería seguir bajo los mandatos culturales de una sociedad que pide a gritos un cambio. Igualmente, quiero saber un poco más sobre los hombres o por lo menos de la mayoría.

No me equivoqué. “Divorciarme Yo…”, una obra basada en el montaje original de Gerardo Blanco y dirigida magistralmente por Jeff Levis me llevó al otro terreno. Con una actuación impecable, Orlando Urdaneta se pasea por las vicisitudes que viven algunos hombres cuando se divorcian.




La sala 2 del Teatro Trail hizo honor a su nombre, “Catársis” porque les cuento, es una sala pequeña en un ambiente donde usted puede comer y tomar íntimamente mientras disfruta de esta pieza. La sala estaba llena y había gran expectativa por ver a este actor de brillante carrera en el cine, teatro y televisión, además de ser conocido por sus agudos análisis en el plano social y político.


Si usted cree que los hombres son incapaces de expresar sentimientos y de hablar de sus intimidades… está casi en lo cierto. Primero, porque verdaderamente el hombre parece haber sido educado para estar ajeno a sus sentimientos “tú puedes tal vez sentir pero, ni se te ocurra expresarlo ” . Segundo, porque todos sabemos que hay un grupo numeroso de hombres que después del divorcio se desaparecen, no se ocupan de sus hijos y no cumplen con sus obligaciones. Estos “papás” le hacen mucho daño a este otro grupo que vemos representado humanamente en la obra.

Sin embargo, la realidad de “Divorciarme Yo…” rompe el esquema. Se nos presenta un monólogo donde Manuel -así se llama el personaje- brinda su testimonio para que los asistentes al teatro supieran por ejemplo, que el divorcio no es cosa de mujeres nada más; que mientras nosotras las mujeres cumplimos años dentro de ese matrimonio, ellos no se quedaron estáticos, o sea , ellos también.

Los asistentes pudimos reír cuando Manuel se quita su uniforme “todo terreno” para decirle al mundo que sobrevivió a todo tipo de actividades para poder cumplir con sus obligaciones. O tal vez hacernos reflexionar después de años haber estado silenciando sus temores.

El público era mixto. Habían muchas parejas y en todo momento sentí una gran solidaridad hacia Manuel: muchos hombres asentaban con su cabeza, tal vez porque por fin había alguien diciendo a gritos lo triste que han estado, lo echado pa’lante que son; y por otro parte, las carcajadas de las mujeres cuando se nos hace ver el lado oculto de quienes nos acompañan o en algún momento nos acompañaron.

¿Era eso todo lo que quería lograr la obra? No lo creo. Pienso que la producción de Goal Entertainment y El Ideario Boutique Creativa está abriendo los espacios para mostrarnos un buen teatro y merecen que les apoyemos.


Les invito a que compren sus entradas www.teatrotrail.com y vean la obra “Divorciarme Yo…”. Vayan con sus esposos, nuevas parejas, con amigas y vivan la experiencia. Es importante que la sociedad crezca y si es divirtiéndonos, mucho mejor. Por lo menos yo gozo con mi trabajo.



Corran la voz a su hermano, primo y ¿por qué no? a su ex esposo. De usted el primer paso de la civilización y haga de esto una relación positiva, aunque sea de manera técnica y funcional.

Nos seguimos leyendo en la red…!!!
@bmarcano

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