La niña que fui

¡Hola!, soy yo Belkis, la autora del Blog. Les comenté hace días que estaba haciendo unas prácticas de capacitación para aprender ciertas técnicas, actualizarme y porque simplemente me gusta estudiar. Eso, unido a mis actividades rutinarias, me han mantenido un poco alejada de este bebé; o sea, mi blog.

Sin embargo, no quisiera dejar pasar la oportunidad para decirles que he tenido experiencias enriquecedoras y a muchas de ustedes les podrá servir en la medida que les cuente.

Si bien me considero una persona entregada, auto disciplinada, hasta espiritual y siempre les digo que amarnos a nosotros mismos es una aventura maravillosa ¿Qué creen? Descubrí en clase un área sin explorar y se convirtió en la piedrita de mi zapato.

Les hablo del humor. A ver, esto no tiene nada que ver con que no me ría, ni sea alegre, ni me burle de mis propios problemas, sino de algo que tenía dormido y salió simplemente en una práctica de radio. Siii como lo leen. Se preguntarán ¿Y qué tiene que ver una práctica de radio con todo esto? Pues después de darle vueltas al asunto por varios días…esto es lo que pienso.

Mi vida, como la de muchos, tiene un poco de todos los ingredientes de una telenovela: drama, aventuras, enlaces, momentos de infortunios, lapsos de gran suerte y hasta de comedia.

Me he pasado mucho tiempo viajando en esta aventura maravillosa que es amarme a mí misma, reconstruyendo a esta mujer fuerte e independiente. Ir a mi pasado, pararme en mí, en las personas de mi entorno, volver, ir, volver SIN ni siquiera tantear a mi niña interna ¿Cómo olvidé esta vocecita interna?

Tengas la edad que tengas la vida te lleva a tocar lo que NUNCA habías querido acariciar o que por lo menos no se te había ocurrido palpar. A estas alturas de mi vida creo es hora de ser una persona íntegra; es decir, mirar y aceptar todas las partes. MARAVILLOSO.

Me asignaron hacer una caracterización de una niñ@ y no sabía cómo hacerlo. Hmmm estaba bloqueada. Tal vez muchos de ustedes tampoco lo puedan hacer, l@s invito a que lo traten.

Por mi mente repasaba las pautas del profesor que muy amablemente me guiaba por el túnel. Él me hablaba, “Belkis [yo lo miraba] hay que hacer el ridículo, hay que dejar de ser tímida, vamos tu puedes”.

Paralelamente mi mente visualizaba cada palabra, mientras lo miraba fijamente

-No, no es cuestión de ridiculizarme. Ja! Muchas veces lo hice y lo hago. Tampoco es timidez. Es simplemente bloqueo - dije en alta voz.

Esa noche me fui confundida. Quería descubrir que pasaba en mí. No es martirizarme, es querer saber dónde estaba la piedra y ¿por qué? Bueno por lo menos a mí me gusta saberlo. Sentía la necesidad de comunicarme con esa niña que a lo mejor estaba perdida.

-¿Cuántas veces me he mirado en el espejo con esta técnica excelente y digo “Te quiero Belkis”, “Buenos días querida Belkis, que bella estás hoy”, “Me importas Belkis”?

Dando vueltas, concluyo

-Oh entiendo… muchísimas pero, ¿saben qué? Se lo digo a la Belkis adulta y no a la Belkis niña.

Así pasaron los días. Práctica tras práctica. Y lo que mi profesor no sabe es que a pesar de no gustarme el ejercicio y de soltar algunas lágrimas regresaba a casa con más curiosidad de sacar la lección del día. Es que así es como funciono, descubriendo hasta la última milésima del empoderamiento que una puede tener sobre sí misma.

Claro, no es fácil de la noche a la mañana decir

 -“Yohooo Belkicita ¿Estás ahí? Quiero hablar contigo (con voz aniñada)

-Por supuesto imagino que la niña me diría ¿Es conmigo? Y tiene todo su derecho a no creerme ni querer salir. No obstante, hay que insistir hasta que reaccione.

Afortunadamente la asignatura me está sirviendo para eso. Shhh! Mi profe no lo sabe pero si le contara de cómo estoy trabajando silenciosa y paralelamente mis clases no tengo la menor idea de cómo lo tomaría. Probablemente le guste mi pedagogía, tal vez no.

Aún tengo su cara con ojos aguados contando lo maravilloso de haber vivido películas de Disney como Toy Story (I, II y III) y ver crecer juntos a Andy Davis, Woody, Buzz Lightyear, Jessy y su hija Pau.

Cuando se quedó mirando el techo y exhaló un suspiro:

- Sí, me hubiera gustado tener a mi pequeña hija más tiempo -repitió lentamente- nunca imaginé que todas esas voces que la entretuvieron en parte ayudarían a lo que hago hoy.

Sencillamente me conmovió… ¡Buena profe! ¿Y ahora? De repente me vino la idea, retomar la niña que fui para conocerla mejor.

Para terminar les dejo una canción que se me hace perfecta para esto. Escúchenla, vívanla y me cuentan. Feliz domingo.

Nos seguimos leyendo en la red…!!!
@bmarcano
Pronto www.belkismarcano.com