Amores como el colesterol

¡Hola! Aquí estoy. He estado reflexionando a propósito del mes del amor que ya finaliza.

Detrás de los ositos, chocolates, globos, cenas y hasta joyas (esto varía según el poder adquisitivo y de impresión del consorte) se puede ocultar uno de estos dos escenarios: Amor del Bueno o Amor del Malo.

Amor del Bueno es el ideal. No estamos hablando del príncipe ni de la princesa de los cuentos de hadas. Me refiero aquel que se pasea por diversos planos, pero es estable, porque la relación perfecta no existe.

Si por el contrario, en vez de campanitas tienes dolor, angustia, sobresalto, lágrimas, aislamiento y eso te lleva a una frustración entonces , ese amor “no va pa'l baile”. Yo lo llamaría el Amor Tóxico, el malo.

Si sientes que es una experiencia atemorizante y solitaria a lo mejor te preguntas “¿Hay algo en mi que lo hace reaccionar de esta manera?” o “¿Seré yo la única a la que le sucede esto?” No, precisamente este es el momento de observar.

Salir de esas relaciones es complicado. Tú puedes estar siendo perjudicada aunque:

.No estés legalmente casada con tu pareja.
.Haz terminado la relación formal o legalmente pero, tu pareja sigue comportándose de manera abusiva hacia ti.
.No vives con tu pareja pero él sigue abusando de ti.
.Tu pareja abusa a otra persona en tu hogar, quizás a tus padres o a un niño.

A mi me costó mucho reconocer los síntomas y los posibles panoramas. Y sí, eres una víctima aunque pienses que no es tan malo lo que vives como se observa en la televisión o escuchas de otras mujeres. Cualquier tipo de abuso es dañino.

De acuerdo como tú te sientas con las acciones o conducta de tu pareja, es lo que podrá indicarte si eres o no una persona abusada. Sé que mezclamos una serie de factores y sentimientos entre ellos el temible sentido de culpa…ayy bendito!

He aquí algunas ideas que pueden ayudarte mientras tratas de tomar una decisión:

.Crea tus propios límites: si comienzas a pensar lo que estás dispuesta a aguantar y lo que no, comenzarás entonces a establecer tus propios límites y respeto personal.
.Lleva un diario: si escribes liberarás emociones, así medirás tu progreso, ver dónde estás y para dónde vas.
.Ejercicios: si tomas lápiz y papel y haces una lista de las cosas buenas de la relación y al otro lado las malas, puedes ver qué cosa priva más (en mi caso, fue la segunda).
También podemos hacer una lista de todo lo buena que somos, con nuestros atributos, con nuestros planes, con otro círculo de amigos y familiares. Aquí deja fuera a la pareja y si ves que esto puede funcionar, entonces adelante. Repítelo como un himno, poco a poco lo irás internalizando.

Pasamos por varias etapas antes de liberarse de ese amor tóxico: resignación, ambivalencia, búsqueda de ayuda y finalmente el ansia de vivir sin violencia. Cuando estas allí, estas etapas son largas y difíciles; lo que ven los demás “de anteojito” nosotras ni pendientes.

Muchas se van y regresan porque te regalan otro osito de peluche como a mí. Llegué a tener una gaveta llena de peluches. ¿Al final? los odiaba y terminé saliendo de la relación.

Te dejo esa reflexión y en el próximo año cuando estemos otra vez en el Mes del Amor, deseo que tengas Amor del Bueno y si no, por lo menos que hayas salido ya del Amor del Malo.



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