ESOL de mis sueños y tormentos

¡Hola! Soy Belkis y sigo aquí con mis cuentos...poco a poco, para ubicarlos en el escenario.

A pesar de haber crecido en una cultura de melodramas famosos y concursos de belleza, nunca fui adicta a las novelas. A los concursos, le seguí la pista como hasta los 20 años. Bueh, aquí entre nosotros, mi papá me prohibía ver las novelas y otros programas. Es cómico para mí recordar que mi progenitor se las ingeniaba para controlar el televisor.

Imagínense, creó un sistema donde le pasaba el “switche” a ese aparatico antes de irse a trabajar y luego cuando llegaba con su llave maestra pasaba otra vez el “switche” para ver la programación que consideraba adecuada.

Recuerdo entonces algunas muy puntuales. Ya en mi época de adolescente, me las ingeniaba para ver “Ligia Elena”: romántica trama, donde unos jóvenes (que se parecían mucho a mí y a El), luchaban por el amor ante la oposición de los padres.
Tal vez, un poco más crecidita ” La Dama de Rosa” porque planteaba la revancha de la protagonista o la saga con "La Mujer sin Rostro" y otras; pero esas ya las veía desde otro punto de vista, más analítica.

Sin duda me llevé de mi país buenos recuerdos de ese género dramático por el rebulicio que formaban. Cuando llegué aquí, la televisión no me era muy atractiva y ni siquiera me imaginaba viendo novelas mexicanas u otros programas. No me gustaban. Así que me aburría.

Mis hijos estudiaban hasta tarde (con almuerzo incluido). El trabajaba todo el día, no quería quedarme en casa, por lo tanto decidí estudiar inglés para aprovechar mi tiempo.
¿Cómo vendí la idea? Pues le dije “aunque vivimos en la Florida, es importante hablar dos idiomas, si lo aprendo podré ayudarte y quien sabe a lo mejor me sirve para algún trabajito”.

Me imagino que a su cabeza vinieron $$$, dificulto que haya pensando ni por error en mi superación personal, y aceptó. Entonces empecé mis clases de English for Speakers of Other Languages (ESOL) y con ellas a relacionarme con muchas personas. Estaba fascinada de volver a estudiar y a tener compañeros que se acercaban a mí y no precisamente por ser la mamá de o la esposa de. “Mucho gusto, me llamo Belkis Marcano”. Lo demás venía por consecuencia: soy casada, madre de dos jovencitos…etc., etc.

Al poco tiempo mis compañeros se fueron convirtiendo en mis amigos. Aparecen entonces en mi vida nombres como La Nana, Magda, Mirella, Luz Marina, Elizabeth, Alejandro. Cada uno con un sueño, una meta, una historia. Empecé a ver otras cosas y me di cuenta que había un mundo alrededor que desconocía. Mis clases de inglés fueron mi nueva motivación pero nunca dejé a un lado mi rol de madre en un 100%, ni mi dedicación al hogar.



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