Yo tambien

mayo 24, 2010

¿Y que dicen los hombres? (1/4)

En este andar de la Violencia Doméstica me he hecho muchas preguntas y trato en la medida de lo posible buscar las fuentes directas que me ayuden a responderlas. En esta oportunidad quise saber el pensamiento de los hombres, abrí una encuesta y encontré puntos de vista interesantes.

Fuí directa ¿Alguna vez, en tus relaciones, te has sentido abusado, violentado? Claro, lo primero que hicieron fue reirse y me contestaron casi que al unísono "para nada Belkis"; sin embargo, algunos quedaron pensativos y se tomaron la tarea de revisar pasajes de sus vidas. Entonces empezaron a llegarme unas cuantas historias. Les dejo una que invita a la reflexión. CARTA NUMERO 1

Mi querida Belkis:

¿Violencia femenina? Pues, creo que los hombres son víctimas con más frecuencia de la violencia intersexual, que la mujeres. Tal vez las mujeres reciben unas dosis muy altas de esta violencia (golpes, cuchilladas, balazos, asesinatos, etc.), pero nosotros los hombres recibimos dosis menores y menos evidentes, pero que a la larga son expresiones de violencia.

Mi ex esposa, en época en la que tramitábamos nuestro divorcio, en mitad de una discusión, me golpeó. Lo hizo con los puños cerrados, golpeándome el pecho. Yo recibí un par de golpes, luego sujeté sus muñecas y asunto concluido. Sin embargo, estoy seguro que ella jamás ha pensado que ella cometió contra mí un acto de violencia. Si los actores hubiéramos estado invertidos, y hubiera sido yo quien hubiera dado los golpes, estoy seguro que jamás lo hubiera olvidado.

¿Me explico? Hay como una especie de licencia o patente de corso que permite a la mujer agredir al hombre (entre otras formas, físicamente) sin que ello esté considerado mal. Hay una gran tolerancia social, policial y legal en ese sentido. ¿Te imaginas a un tipo en la estación de policía acusando a su esposa de agresión física?

En una ocasión estuve enredado con una chica casada. Yo estaba muy enamorado de ella. En una ocasión le comenté que el fin de semana siguiente me encontraría con una vieja amiga que venía a visitar a sus padres en la ciudad. Mi amiga en cuestión estaba viviendo en otro país y era una oportunidad única para verla luego de casi 15 años.

Mi “novia-casada” no me dijo nada en un primer momento, pero luego me envió un mensajito de texto advirtiéndome que ella “no quería que yo me reuniera ni con esa ni con ninguna otra mujer, y que tampoco quería discutir sobre ese asunto”.

Fíjate: dentro de una relación “normal”, donde haya reciprocidad de roles, una prohibición como ésta es ya un abuso de “poder afectivo”. Pero en una relación con una mujer casada, en la que ésta le prohíbe al amante encontrarse amistosamente con una vieja amiga, es simplemente un insulto, una agresión a la dignidad y a la confianza del hombre. ¿No crees?

Para no ir tan lejos, con una relación reciente llegué a tener discusiones (serias y acaloradas discusiones) ya que ella quería que le diera mi clave de Facebook y de MSN. Su argumento era que al yo no querer dárselas, “pues yo estaba ocultando algo". ¿Qué tal?

Ella misma me ha sometido a “inesperados allanamientos” a mi celular en busca de números “raros” o “mensajitos de textos comprometedores”. Nunca llegó a encontrar nada, pero siempre lo buscaba. A veces lo hacía a escondidas, pero otras veces simplemente me lo agarraba en el carro, mientras yo manejaba, y lo inspeccionaba.

Esta invasión de la privacidad es, sin duda, violencia e invasión a la privación. Ahora, eso no está tipificado en ningún lugar y, como tal, pasa simplemente como un capricho o un arrebato de mujer.

Como ya dije antes, el afecto amoroso es otra arma que usan las mujeres para dominar y controlar a los hombres. Eso es violencia. Y, ojo, no digo que no se aplique también en la dirección contraria, pero es muy común ver como una mujer intenta controlar y someter a su hombre.

Los hombres intentamos hacer otro tanto cuando obligamos a bajar el ruedo a la falda a nuestras novias o le prohibimos usar pantalones demasiado ajustados.

Quizás por ello los matrimonios fracasan con tanta frecuencia, ya que se vuelven un ring de pelea en donde cada miembro de la pareja intenta dominar e imponerse sobre el otro. Y en esa sed de dominación, sin duda, que se llevan a cabo muchísimos actos de violencia no tipificada como tal.

El machismo es violencia sexual. Dejar a la mujer la tarea de fregar los platos, es violencia machista. Los insultos de ambos lados, son violencia verbal. El engaño es violencia afectiva (¿0 es que acaso ni duele y hace daño?).

Bueno, disculpa lo largo del texto. Y espero haberte ayudado en algo en tu trabajo. Cualquier duda, pregunta con toda confianza.

Por cierto, mis teléfonos son (por si en algún momento deseas o necesitas una comunicación más rápida): XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

PD: Por ejemplo, darte mis teléfonos teniendo como pareja a alguna de las chicas de mis dos últimas relaciones, hubiera sido un acto casi temerario y suicida. ¿No te parece que ese acoso y ese temor permanente al que algunas mujeres someten a sus parejas, es una verdadera y cruda violencia?


Continuará...

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