Yo tambien

julio 04, 2010

Qué dilema: irse o quedarse

¡Hola!, Soy yo Belkis, la autora del blog. De afuera todo se ve fácil pero, si algo he aprendido con todo este “MI PROCESO” es, a no juzgar. Verán, siempre que pasa un acontecimiento o conversación se establecen posiciones muy contundentes de las personas. Algo así como “las mujeres que permiten los abusos son unas tontas”, “que se atreva un hombre a controlarme para que vea”, “¿pero será tonta esa mujer? ¿Cómo es que no lo manda pa’la luna? etc., etc.

Y si, tal vez no dejan de tener razón. Miren que interesante lo que me ha pasado: si yo no hubiera estado del lado protagónico tal vez hubiese dicho lo mismo. Si yo hubiera solo estado del lado protagónico y cerraba las puertas a ese episodio para no tocarlo más dijera “que tonta fui si estaba de anteojito...ahora no haría eso ¿Pero saben qué? Como trabajo en esto veo a mujeres que están viviendo lo mismo. Son un espejo.

Me llama una chica y me cuenta de manera angustiada su historia ¿Y yo? La ESCUCHO. Me pide ayuda ¿y yo? La ayudo a IDENTIFICAR sus opciones. La llevo a un sitio y allí se DISCUTEN los pasos a seguir. ¿Qué pasa? Era ella, la que después de llenar ciertos recaudos, DEBIA aclarar lo que quería realmente, no podíamos decidir por ella. Entonces decidió tomar una opción menos drástica, como la de no irse a un refugio. Nos marchamos ¿Y yo? No estaba de acuerdo pero, solo estoy para ayudarla a que APRENDA a escoger y tomar sus propias decisiones.

Dos semanas después todo se le había complicado aún mas y tuvo que volver al mismo dilema ¿“irme o quedarme”?…



Ejercicios Mentales:

Yo no tuve ni la ayuda, ni la madurez, ni las herramientas para definir mi estrategia de juego. Sí, porque esto es como un juego de ajedrez. Recuerdo haber pedido la cita con una psicóloga que había visto en un diario donde hablaba de las terapias de grupo que daba a hijos de divorciados, mujeres divorciadas…no, no hablaba de violencia doméstica ¿pero tal vez me orientaba no?

Afortunadamente, en ese momento ella promovía un plan de ayuda para personas sin seguro de vida como yo, así que la consulta era muy accesible para mí. Me atendió súper bien. Prácticamente yo hice mi autoevaluación; NO era la primera vez que asistía a una terapia de ayuda.

Al final, la doctora me dijo “Bien, Belkis creo que estás muy clara. Repasaste tu vida. Sabes tus fallas. También enlazaste pasado - presente. Cuando hayas tomado tu decisión y necesites de mí aquí estaré. Antes de irme me dijo “estoy haciendo un libro. ¿Te gustaría formar parte de la historia?”...Ahh claro que si Doctora con gusto, afirmé.

Aja, en el carro me vino la frase...”cuando hayas tomado tu decisión”…pero ¿cuál decisión Belkis? ¿Por qué no me dicen lo que tengo que hacer? Si ella lo que hacía era terapia para divorciados y atendía a hijos después de los divorcios…ejemmmm ¿cómo te explico Belkis? ¿A ver, está de anteojito no?

Nota al margen: Tiempo después, cuando estuve en CRISIS, CRI-SIS…le llamé. Ahh claro la cosa estaba fuera de sus manos: ya no tenía el mismo plan de pago; además me sugirió tomar antidepresivos y debía ir a un doctor porque ella no se hacía responsable de la forma como me sentía ummmm. Creo que esa parte no era interesante para su libro. Plop. Una puerta que se cerró.

Yo tenía mucho miedo. La sola idea de “tener” que tomar algún medicamento me asustaba. NO, eso no podía ser.

¿Qué pasa entonces cuando una se encuentra frente a un conflicto que debe resolver? Creo, debe decirse a sí misma como se siente y que pasaría si se toma una posición X.

Flashback:

Entonces si me voy más atrás recuerdo cuando vivía con mis padres. Era una vida bastante inhóspita. Era una guerra silente y muchas veces pensé en irme de la casa pero ¿a dónde? ¿Casarme e irme a vivir con los que a la larga se convirtieron en mis suegros? Aquí entre nos, ellos me lo ofrecieron muchas veces. Su casa era lo suficientemente grande para alojarme allí como “una agregada cultural”; es decir, esposa de su hijo.

Gracias a Dios nunca acepté esa idea. Si me casaba era para vivir sola con El y como no podíamos pues entonces mejor sería terminar la carrera, trabajar y casarnos. Hoy pienso que fue una buena decisión pero, mi poca experiencia del mundo externo no me dejó seguir viendo más de la vida. Tampoco pude exigirme que un cambio fuera favorable a la evolución y al desarrollo. Así que acerté en algo; me equivoqué en todo lo otro.

Fast forward:

Hoy creo que una pasa por varios ciclos en esta Cadena de Violencia Doméstica. En un post comenté Los Ciclos de la Pareja en sí. Pero también una misma vive un Ciclo Interno: la resignación, la indecisión, la búsqueda de ayuda y las ganas de vivir sin violencia. Estas no son etapas que se dan en ese orden ni tampoco tienen un tiempo específico. Todo varía y en eso se nos puede ir casi la vida completa.

Muchas mujeres antes de salir completamente de este círculo, han intentado irse de al lado de su pareja y vuelven otra vez. Yo no lo hice. Nunca me fui ni física ni sentimentalmente en 20 años. Lo que si sentí fue un divorcio emocional en el último período. Estaba pero no estaba. Como dato curioso (si no lo leyeron en la entrevista con la Policía) estadísticas dicen que las mujeres pasan hasta once veces por una situación pico de violencia para que ellas comiencen a pensar “en la posibilidad de salir de esa relación tóxica”.

Y si se preguntan ¿Belkis qué pensabas -como la misma chica del inicio de este relato- cuando sabías lo inminente de tomar una decisión pero no lo hacías? Aquí les van las ideas más comunes:

.- Más vale malo conocido que bueno por conocer: claro, una sabe que esa es su casa. Mal que bien pues cierras un ojo a las cosas malas y sigues con tu rutina. Así llevas una vida robótica. Día a día nada está fuera del guión. Sale el miedo a vivir la vida.

.- ¿Cómo me mantendré?: si nunca haz trabajado te asalta la duda de cómo vas a vivir. Si por casualidad tienes un trabajo modesto y también debes atender a tus hijos, tal vez el dinero no te alcance. Tampoco tendrás tiempo para atenderlos como ya vienes acostumbrada.

.- ¿Y si me sigue? Vivir con la persona que te abusa se convierte en una pesadilla pero también sabes que esta allí. Llega, sale y tú sabes más o menos sus horarios. Si te persigue, tú sabes que luego lo verás en casa. Pero cuando estés sola, créanme que a una le asalta doble miedo porque no sabes por dónde va “a saltar la liebre”. Se escapa de tu zona.

.-Una pequeña esperanza: como te casaste o mantienes una relación que empezó con amor, tú crees que sigues teniéndole amor. Imaginas que en nombre de ese sentimiento El pudiera cambiar. Como también imaginas, que por los hijos que han procreado El se va a comportar diferente en algún momento y más triste aun que una crea “cuando El vea que de verdad me quiero separar va a parar este mal comportamiento”.

.-Dependencia emocional: la verdad es que no hemos sido enseñadas a ser independientes. Pareciera que no somos capaces de tomar las riendas de nuestra vida. Es penoso reconocerlo pero es la verdad ¿qué necesidad tenemos de que sea esa persona las que no apruebe todo? ¿necesidad de validación? ¿De amor continúo?

Yo sé que quedarse con el abusador NO es aceptar el abuso. Lo que hay son situaciones, escollos, complicaciones para tomar una decisión final. Eso me pasó muchas veces. Cuando creía que ya no aguantaba más, veía todo tan oscuro, me paralizaba el miedo. Eso le pasó a mi chica. Le dijeron Refugio y estoy segura que le pasaron todas estas ideas, por eso no la apresuré.

Pero tarde o temprano TODO se cae por su propio peso. Ahora veo todos los problemas con otra visión y como dice el dicho “Cuando el sufrimiento venga como las olas, uno tras otro, alégrense, es que la playa está cerca”.




Nos seguimos leyendo en la red!

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