Tu realidad no es igual que la mía

¿Quién no ha oído la frase “Todo es según el color del cristal con que se mire”? porque en verdad, una cosa es la teoría que te dicen y otra es cuando la estás viviendo. Aquí estoy otra vez. ¡Hola!, soy yo Belkis, la autora del Blog.

Cuando vi aquella persona hablando en la televisión sobre la violencia doméstica me dije “wow eso se parece a lo que yo estoy sintiendo” y de verdad me quedé pensando sobre el tema. Al cabo de un tiempo ya estaba frente a esa persona. Muy educada, muy letrada, decía en su escritorio prestado, un discurso para mí, de memoria. Supuse que muchas veces habría repetido lo mismo a cuanta mujer desesperada llegara a su oficina:

”Belkis, creo si vas a tomar la decisión de salir de tu matrimonio debe ser en santa paz, por tus hijos, por tu bienestar, porque estas personas –se refería a los abusadores- cuando sienten que van a ser abandonados se vuelven más agresivos y usan tácticas dilatorias".

Más adelante me dijo, "No se te ocurra ponerle una orden de restricción porque eso empeorará las cosas. Siempre hay que pensar en la familia como célula de la sociedad. NEGOCIA. Siempre es mejor conversar en buenos términos. Créeme, te irá mejor".

Me fui inquieta. Por un lado calmada porque yo estaba en el buen camino y, aunque el psicólogo no me convenció del todo, en verdad como quiera iba a divorciarme. "... Y cuando me sentara frente a ÉL y le hablara con el corazón en la mano, entendería mis razones..." como dijo el psicólogo NEGOCIA. Bah, Belkis ilusa como siempre, pobrecita yo.



Flashback:

Para un hombre molesto, uno más uno no son dos. Cuando estamos furiosos o asustados, las cosas son diferentes a cuando estamos alegres y confiados. Así que Él rápidamente lanzó sus dardos “¿Qué te quieres divorciar? Pues harás tu solita los trámites, yo no moveré un dedo. Pero eso si, como llegue aquí una citación de tribunal o una notificación de alguna oficina de abogados ya verás lo que te va a pasar”. Control y Amenaza vs. Negociación.

#$%^&*()_ así quedé entonces ante sus amenazas y recordando lo que me había dicho el psicólogo, NEGOCIA, pues “¿y ahora quién podrá defenderme?. Ummm, definitivamente un divorcio puede ser un alivio o un desastre. Empezó así la guerra fría. Si había descubierto a un hombre completamente abusivo, empecé a ver otra faceta, la del vengador.

Dormir con alguien, amanecer con alguien al que le has perdido todo tipo de respeto no es el estado ideal. Se me hacía un nudo en el estómago solo de entrar a la habitación. No dormía bien pensando en si me haría daño.

Es muy triste deshacer una relación y más cuando hay hijos y cosas materiales de por medio. De pronto, un insignificante televisor pasó a ser de suma importancia, frases hirientes salían de su boca en situaciones así:

Si llegaba a la habitación y el volumen del televisor estaba muy alto y le pedía por favor bajárselo para yo poder dormir, con un “si te molesta lo siento, este televisor lo compré yo”…arreglaba todo. O de repente, abrir el refrigerador y observar que la leche descremada, el pan integral o la fruta de la mañana que toda la vida ingerí ya no estaba dentro de la lista del mercado. Eso, era una realidad.

Es más, a propósito, la leche completa y el pan regular ocuparon su lugar. Y así todo empezó a voltearse. Creo, me estaban diciendo, que no había ninguna intención de llevar una disolución de mutuo acuerdo.

Cuando vino de visita la madre de ÉL, le expliqué someramente que estábamos en una situación delicada. “¿Te piensas divorciar?, preguntó sobresaltada. ¿Por qué vas a dejar a mi hijo?, sorprendida ante mi desafío.

No quise darle muchos detalles, simplemente le acoté que estaba cansada de esperar algún cambio y yo estaba lista para vivir diferente. A lo que rápido me dijo “¿Y la casa? ¿Qué piensas hacer?. Allí me sonreí, “pues estoy tratando de resolver otras cosas y usted solo piensa en la casa…vaya, vaya.”

Flash Forward:

Hoy en día, yo creo que el manejo de separaciones tiene mucho que ver con la autoestima. Se ha creado una dependencia, un lazo enfermizo que no permite despedidas desde una actitud adulta. Y lo que fue una unión desde el amor vislumbraba una ruptura basada en el dinero, posición de poder y falta de solidaridad.

Me parecía que los ahora adultos que se enfrentaban a una relación a punto de expirar estaban sacando a los antiguos niños con una carga poco nutritiva. Allí la teoría del entonces psicólogo “por el bienestar de los hijos” no tenía cabida.

Así pasaban los días y mis nervios se caldeaban. La palabra NEGOCIA no encajaba en la historia. Me dio un bajón de autoestima:

-estaba inconsciente de mi potencial: ese que había estado preparando por tanto tiempo, tenía pérdida del camino. Si, otra vez, miedo al futuro.
-estaba inconsciente de mis verdaderas necesidades: sentía que le disparaba a un blanco invisible y desperdiciaba mis fuerzas.
-estaba inconsciente de quien era porque no había recibido aprobación externa. Pero Belkis ¿vas a buscar apoyo en el equipo contrario? ¿Con la esperanza de tener muletas?..Mi brillo personal se apagaba.

Estaba ante la antesala de volver a caer en el conformismo y la resignación a lo que ÉL decidiera, porque sin duda alguna, Tú realidad no es igual que la mía…CUIDADO porque allí sale el sentido de culpa, el sentimiento de inferioridad y un gran resentimiento.

Nos seguimos leyendo en la red…!!!