Yo tambien

marzo 07, 2011

Planificando la ofensiva

“Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil; serás derrotado”. Sun Tzu

¡Hola!, soy yo Belkis la autora del Blog. Como les comenté días atrás, este fin de semana que pasó fue muy movidito para mi. Les traigo notas que serán de su interés pero denme tiempito porque yo soy “el equipo”; es decir, juego todas las posiciones…y de paso tengo familia.

Fui a la conferencia del Dr. César Lozano, la cual les anuncié aquí “Mujeres difíciles, Hombres complicados” y les confieso que fue EXCELENTE. Les tengo reseña y entrevista con el mismísimo Dr. Lozano; sin embargo, la nota de hoy es personal pero muy bonita para mi, a propósito de este encuentro.


Hace seis años tuve mi primer trabajo aquí en la Florida y lo único que conseguí en ese momento, basado en mi experiencia profesional, roce con la calle, horarios acordes y status legal fue la de limpiar baños en un hotel de la ciudad. Lo conseguí a través de una compañera que vio mi necesidad de subsistencia. No había puesto como camarera, la vacante eran los baños.

¿Qué le vi de bueno en ese momento? Que la tarifa por ser “baños” era un poco superior al resto pero el trabajo muy agotador. Mi horario comprendía desde las 10 de la noche hasta las 5 de la mañana para limpiar alrededor de 180 baños todas las madrugadas. Obviamente no me sentía a gusto. No es ese precisamente “el sueño americano” que le pintan a una; sin embargo, tenia todo en contra.

Mi cuadrilla de compañeros era particular.Todos latinos por supuesto. Allí, en el break me sentaba a conversar y escuchar sus historias. Yo me sentía rara, fuera de ambiente. No me sentía superior ni disminuida. ¿Acaso importaba? simplemente éramos diferentes.

Cada uno tenía sus sueños, el mío era este: ser libre, tener a mis hijos en un ambiente de paz y armonía, ejercer mi profesión en cualquiera de sus presentaciones y conseguir a lo mejor a una persona que me quisiera y respetara (aunque de verdad, no era mi prioridad..¿enamorarme? no, no era mi prioridad)

Me costó mucho adaptarme al horario. Sobre la una de la mañana me entraba un cansancio de película y siempre me agarraba en el área de las duchas. Cuando veía esas paredes altas, sucias, con jabones y toallas tiradas en los pisos resbaladizos me daba de todo.
Aunque había decidido llevar música y más de una vez me “cacharon” bailando, cantando, una mezcla de rabia, frustración, angustia, desesperanza se apoderaba de mi. ¿Por qué la gente es tan desaseada?.

Mis compañeros me fueron enseñando técnicas para terminar más rápido. Si, porque yo limpiaba como si fuesen los baños de mi casa pero nunca terminaba, entonces (como todo) tuve que aprender tips. Ummm por eso –ahora- cuando voy a los baños públicos me cuido muchísimo, mucho más de lo que era antes.

Una vez tuve un intercambio de palabras con mi jefe por cuestión de horarios. Yo defendía mis derechos y el de mis compañeros y le dije a manera de sentencia “algún día regresaré pero como periodista haciendo un reportaje del abuso que ustedes cometen contra la gente necesitada”….me vio, se sonrió y me dejó con la palabra en la boca. Grrr yo ni sabía el por qué dije eso. Tal vez de impotencia, debilidad.

Fueron muchas las veces que al llegar a casa al amanecer, estaba Él esperándome en la puerta de mi habitación de huéspedes (ya dormíamos en habitaciones separadas) y se burlaba de mi.
-¿Te divertiste mucho?
-¿Cómo le fue a la princesita en su trabajo? Y soltaba sus carcajadas cínicas. Yo ni lo veía ¿para qué?. Si me sentía tan débil.

Estaba muerta de cansancio. A las 6 de la mañana debía ponerme otra ropa, llevar a mi hija al colegio y arrancar a otro trabajo. Recuerdo que mi hija me hablaba, cantaba para que yo no me durmiera manejando.

Sin embargo…tatatatá el viernes cuando fui a la conferencia del Dr. César Lozano una feliz coincidencia pasó. Regresé a ese mismo hotel. Por la puerta grande, con mi pase de “prensa”, asiento reservado, sentada en la segunda fila para escuchar una conferencia de esas que dejan el corazón contento.

Previamente había estado en la suite presidencial del conferencista haciéndole una entrevista (solo a Univisión y a mí). En el front desk me indicaron por donde debía dirigirme y sonreída le dije de manera pícara “no se preocupe, conozco el camino”.

Al final de la entrevista le conté al Dr. Lozano lo que significaba mi presencia allí ese día…el sonrió y vaticinó cosas interesantes para ambos (decretado, ja). Cuando nos despedimos me dijo:

-“Belkis, entonces ¿cómo hago para llegar a la sala de conferencias?”
-Dr. Lozano a la izquierda, bordee los elevadores y pase al otro edificio...ese es un atajo, el del staff de limpieza y sonreída me fui.

Por supuesto mis queridos lectores, no me fui sin recorrer previamente todas las areas que un dia limpié, con la esperanza de un futuro mejor.

Me leí un libro, “El Arte de la Guerra” por Sun Tzu, y dice en su portada “Si no puedes ser fuerte, pero tampoco saber ser débil, serás derrotado”. El autor escribe: “hay cinco casos en los cuales se puede predecir la victoria” y una de ellas se la dejo hoy “el que es prudente y está en la espera de un oponente que no lo es, será el vencedor”.

Lo que quiero decirles es que aunque Él me declaró la guerra y trató de hundirme moral, económica y físicamente yo nunca lo vi como un oponente. Yo solo me dediqué (aunque reconozco tomé los caminos más largos y errados) a preparame en búsqueda de lo que yo quería: MI LIBERTAD.


Y dice más adelante el autor Sun Tzu en el mismo libro …”prepararse de antemano para cualquier eventualidad es la mayor de las virtudes”. No lo dije yo pero que bien me asienta y que feliz día pasé el viernes en la noche.

Nos seguimos leyendo en la red…!!! Y ahora recien acabo de entrar en twitter @bmarcano Si quieres sígueme, que yo los seguiré.

2 comentarios :

  1. Muy bien amiga. Muy bueno el relato de esa vivencia y mejor aún su descenlace a lo largo de los años.

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  2. Asi es Susy. De manera sencilla y didactica (creo)me gusta ayudar a las personas...la verdad sigo siendo muy emotiva y muchas cosas me duelen, sobre todo las injusticias. Se que tomar decisiones contundentes es dificil pero vale la pena.

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