¡Hoy me subieron a reina!

-Hola mi niña  -dije  a una amiga muy cercana de mi hijo- ¡Qué mensaje tan bonito me enviaste! Ummm y rápidamente me asaltó la duda.... ¿me lo dices de verdad o con cinismo?

Todo esto vía BB si, porque ya saben,  la juventud nunca habla, todo es por SMS y una termina conectada con esa nota.

-Para nada Sra. Belkis  -recibí como línea de vuelta- es de puro corazón. Yo sería incapaz de hablarle así a usted si no fuera verdad.

¡Hola! Soy yo Belkis, la autora del Blog. Claro, voy a ser sincera, sentí un alivio y se me dibujó una sonrisa cuando lo volví a leer. Es que estos ojos han visto mucho, estos oídos han escuchado un montón de cosas. Así que  de ingenua y/o inocentona me queda muy poco. Por eso estoy aquí.

-Gracias hijo por  haberme dado abolengo y lo quiero conservar. Sigue portándote bien.   A ti mi niña A: “ésta siempre será tu casa”.

Uno de los aspectos poco conocidos dentro de la violencia doméstica es la relación suegra-nuera. Siiii como lo leen. Yo he hecho mis notas particulares y por supuesto que también viví mi capítulo personal. Toda una joya que les contaré en subsiguientes posts.

Sin embargo, es necesario ahondar en este aspecto porque la calidad de esa relación compromete mucho el sistema familiar. Siempre escuchamos del  autoestima (pensando en el individuo) y ¿qué tal si hablamos de familias autoestimadas?

La primera relación importante con la que una se encuentra es  la familia, ellos son nuestro espejo mientras a la par vamos construyendo el propio. La familia nos provee valores, criterios para hacernos seres de bien o todo lo contrario, nos hace seres sin pautas e indignos.

Allí sale la figura mamá-papá. Una familia que se precie TODA de buena autoestima no solo será un buen bastón para que los hijos se apoyen, sino que adaptarán sus “reglas y principios” como venga la tormenta y estarán dispuestos hasta de modificarlas según las necesidades de todos los integrantes de quienes formen su familia, incluyendo la extendida.

Eso es lo que marca los nuevos tiempos señores. Es hora de cambiar. Ya no sirve seguir el patrón que padres y abuelos hicieron. Las familias autoestimadas se destacan porque mamá y papá son la autoridad sin maltrato, los hijos son los hijos con respeto y hay comprensión en el ambiente  para mediar.

Creo que muchos confunden estos términos por represalia si no obedeces,  hijos invisibles por falta de personalidad  y alcahuetería como para solucionar situaciones…

¿Que deberían de encontrar l@s novi@s, las parejas, l@s espos@s de nuestros hijos  en esta nueva familia?  Se me ocurre que seguridad en nuestro hogar,  un grado de apertura; es decir, no a la discriminación y hasta  un poco de límite.

De verdad,  lo que les digo no  son situaciones sin fundamento. No les estoy hablando  del típico cuadro suegra vs.  nuera y por lo tanto es innecesario.

Estos triángulos son mortales y muchas familias pagan precios altos por la “sagacidad” de la suegra o alguno de sus  miembros.  Evitemos que los conflictos ganen terreno…lleguen a la violencia doméstica…y a veces hasta crímenes.

Nos seguimos leyendo en la red…!!!

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