Media Naranja o Mujer Completa

¡Hola! Soy yo Belkis, la autora del Blog. Me hicieron una pregunta: ¿Por qué una mujer completa no necesita medias naranjas? Bueno, rápido pensé ¿media naranja? ¿Almas gemelas? Y me dije porque tiene Autoestima. Eso motivó mi post de hoy.

En algún momento esos términos fueron comunes en mi vocabulario porque como les he comentado por muchos años recorrí varias corrientes, lecturas, talleres, buscando, no la verdad sino, mi verdad; la que me funcionara, la que me hiciera sentir cómoda.
Así entonces hoy puedo decir, sin ánimo de entrar en polémicas, que podemos tener un compañero o no tenerlo. Al fin y al cabo nacimos y moriremos solos. Es nuestra opción o la circunstancia.


Lo que sí creo es que debemos tener autoestima partiendo de la pregunta básica ¿quién soy y quién deseo ser? Con ese ejercicio la lista puede ser tan larga como deseemos. El siguiente paso hacer una lista de lo cambiable, lo incambiable y lo que no queremos cambiar. El resultado fue interesante porque allí -como una especie de autoanálisis- supe lo que estaba dispuesta a negociar, ceder y lo que no. Vuelvo y repito el autoestima tiene su peso.

Si me conozco y te conozco podemos saber lo que nos une y lo que nos separa.

El período histórico que vivimos, nos necesita sanos, lograr el equilibrio para enfrentar una vida cada vez más difícil, volver de vez en cuando hacia nuestra espiritualidad, creencias y valores porque la misma sociedad nos va empujando a convertirnos en lo que no somos, por aquello de que "es mejor no ser auténticos que sentirnos solos”.

Ahí vamos las mujeres dando nuestras batallas y siendo más completas pero, los verdaderos hombres también están cambiando y haciéndose cada vez más completos. Estamos trabajando para que el machismo deje de estar de moda y veo como actualmente muchos hombres nos respetan y admiran. Van sacando de la oscuridad su sensibilidad, su intuición, su parte femenina. Cada día se rebelan más ante la presión social que les impide ser seres humanos completos. Entonces ¿por qué hablar de medias naranjas?

Alinearse o desarrollarse

Una mujer completa no necesita medias naranjas porque estamos claras que no hay que quedarse en una relación que no nos proporciona felicidad sino pena, culpa, desconocimiento. ¿Quién decidió que uno de los dos debe ser el responsable por la felicidad de ambos? ¿Por qué una de las partes debería ser tan egoísta que lleve a sacrificar la vida del otro a cambio de una supuesta felicidad? Nooo!!! La felicidad es personal, es momentánea, es de adentro. No podemos hacer felices a los demás sacrificando nuestra propia felicidad. Somos responsables de nuestras propias vidas. Si no se llegan a acuerdos donde podamos ser oídos, valorados, respetados es hora de tomar acción.


No me atrevo a decir cómo deberíamos de hacer. Ninguna relación es igual a otra, no hay recetas pero una cosa si les digo si las relaciones son tóxicas, dañinas, esas SI tienen ciertos indicadores. Buscamos nuestras parejas según nuestros propios criterios, según nuestros objetivos, conciencia, valores, respeto. Creo que no buscamos “mi media naranja”, “mi otro pulmón” sino alguien que nos acompañe donde apoyarnos mutuamente sin crear codependencia, que nos ayude a crecer, que veamos cualidades y coincidencias, que no haya simbiosis sino individualidad. No esperemos que el otro nos marque el camino ¿y si ese camino no es el indicado? Mejor busquemos nuestra propia luz y asumamos nuestra responsabilidad. ¿Quién habla de establecer garantías? Cada quien sabe lo que tiene que hacer para mantener lo acordado.

Los vínculos forzados siempre tienen fecha de caducidad como los alimentos.

Ejercicios mentales: Mi media naranja, mi otro pulmón.

Me da mucha “pena” por todo el tiempo que yo pensé que El y yo éramos el uno para el otro, mi media naranja, mi alma gemela, mi otro pulmón. Renuncié a mi identidad personal por seguir pautas que vienen desde afuera, lineamientos que sencillamente no me pertenecían. Yo calzo 5 ¿por qué ponerme un número 7? Si la mujer se conoce y sabe de sus capacidades puede salir sola adelante y en el camino conseguir al compañero. Hay que tener madurez y es que hasta para terminar las relaciones se necesita estar bien parado; de lo contrario, termina con un verdadero desastre.


Cuando me divorcié me di cuenta que no existía. Empezando por mi nombre y apellido. Yo era la Señora de……. entonces vino todo el papeleo respectivo porque por 20 años ni siquiera usé mi apellido y eso –mas allá de lo fastidioso- fue terriblemente doloroso para mí por todas las connotaciones que eso llevaba: Entender que no debí de haber abandonado mi identidad.

La gente estaba tan acostumbrada de vernos juntos que si yo llegaba a un cumpleaños sola (pero no se crean que era todo el cumpleaños, no que va, tal vez una escasa hora mientras El hacia acto de presencia) la gente se extrañaba “¿Belkis viniste sola?” Como si yo no fuera una Mujer Completa.

Recuerdo que por un par de navidades como aquí El trabajaba hasta la medianoche, me trasladé con mis hijos a casa de ciertas personas y cuando llegué adivinen lo que me dijeron “¿Belkis llegaste sola?” Como si yo no fuera una Mujer Completa.

Una Mujer Completa puede expresar sus sentimientos y pensar de manera auténtica. Recuerdo que estando en esa misma casa de ciertas personas, la pasaba divinamente mientras El no estaba. Reía a carcajadas, hablaba espontáneamente hasta que El llegaba. Solo con su cara me indicaba mi mal proceder. La gente comentaba “¿Belkis por qué te callas y estás tan seria?” Como si yo no fuera una Mujer Completa.

Pero todos esos pasajes son recuerdos para el aprendizaje pero el de los más recientes me pasó con una amiga de FB. Ella lee mi Blog y nuestro encuentro fue muy emotivo. Me cuenta Judith que ella me buscó en FB y lo encontró a Él, lo pide y cuando es aceptada ¡oh sorpresa! Encuentra que en el profile picture no estoy yo y empieza a ver caras desconocidas para ella.

Judith entra en confusión y recurre a ciertas personas en común y le dice “estoy buscando a Belkis pero no la encuentro, no sé su apellido, ¿qué sabes de ella? Al otro lado, una voz le dice,” se la tragó la Tierra y no sé su apellido”.


Así Judith se angustió más por mí. ¿Dónde andas Belkis? ¿Qué pasó contigo? ¿Por qué nadie sabe de tí? ¿Por qué nadie habla de tí? Finalmente nos encontramos. Cuando mi amiga me lo contó vía mail, yo sentía que mi corazón se achicaba otra vez. La alegría de Judith fue increíble, lo sé. Puedo -ahora- intuir quién me quiere bien y quién no. Leer sus líneas desesperadas para luego verme bien, ver mis fotos, volver a ver mi cara pasados siete años fue bonito y reflexivo. Estas líneas son para tí mi querida Judith. Estás muy, muy lejos pero la tecnología nos acerca, el cariño de muchos años se mantiene vivo. Gracias por estar allí, leerme y escribirme.

Belkis ¿cómo es posible que no se acordaran ni siquiera de tu apellido? No te ocupaste de mantener tus raíces. TÚ eres una MUJER COMPLETA Y NO NECESITAS UNA MEDIA NARANJA.

Espero “La Voz” haber contestado tu pregunta.

Nos seguimos leyendo en la red.