¡El Coraje de j...orobar!

¿Cómo puedo yo decirles a unos hijos que “la relación de mami y papi se termina por diferencia de caracteres” cuando en realidad han visto y vivido el abuso? ¿Qué puedo hacer para ayudarles a levantar su autoestima cuando han estado en medio de un campo de batalla? ¿Qué pasa con los hijos cuando son usados como “vía” para llegar a la pareja en cuestión?

¡Hola!, soy yo Belkis, la autora del Blog. Demasiadas preguntas para mi cabecita y un punto básico debes saber: si tu hijo crece en medio de un abuso y violencia, él también está siendo abusado. Así de claro y tajante es la situación.


Hace dos días escuché la historia de una mujer que vivió abusada por mucho tiempo y al final la hija de 17 años decidió suicidarse. Su madre hoy afirma que la violencia doméstica fue la causante. Bueno, yo ante semejante cuadro y de muchos tantos que llegan a la policía doy Gracias a Dios, mis hijos y yo ahora estamos bien.

Los hijos, víctimas silentes de la violencia doméstica

Flashback:

Las creencias culturales, la estructura de la sociedad y de la familia son las que hacen en parte la continuidad de determinada conducta generación a generación. Por ejemplo, yo viví bajo el mando de un padre autoritario. Costumbre tradicional, frecuente y legitimada donde se obedecía las órdenes del jefe sin derecho a réplica. Por ello siempre fui rebelde contenida.

Recuerdo a mi hermano sentado en la cocina de mi casa, aquí en La Florida, reírse cínicamente porque “hermanita te casaste con un hombre igualito a nuestro papá y cuidadito si peor…” Eso me hervía la sangre. ¿Por qué? Sencillamente porque era verdad y no aguantaba más ver la misma película por segunda vez. No señor.

Eso de mandar, amenazar, castigar, moralizar sin ser moral no lo iba a permitir más ni en mi vida ni más tiempo en mis hijos. Me niego a vivir en el maltrato un minuto más. No es que esté en desacuerdo 100% de la rectitud familiar, porque en la casa debe haber disciplina; no obstante, por experiencia propia creo hay una media, esa lo hace más saludable.

Mis hijos vivían un mundo irreal, las evidencias mostraban lo contrario a lo que se les había enseñado. Entiéndase, aquí siempre estamos hablando en un contexto con características abusivas. En medio de tanta situación conflictiva trataba cada 15 días de darles "TOUGH LOVE", mano dura sin extremos, pues estaban faltos de cariño pero tampoco podía dejar que hicieran actos de rebeldía.

Ejercicios mentales:

Ahora, pasado el tiempo, puedo darme cuenta que todo el mundo sabía de lo estricto, rayando en lo ridículo de Él. Mandando: oye que forma de tratar a los hijos como soldados y solo creaste en ellos sentimientos de impotencia y la lectura es, dictadura en la crianza.

No me da orgullo, me parece hasta vicioso ese comportamiento y aunque una crea “El nunca hará daño a mis hijos", los hijos también tienen miedo de vivir con alguien que los esté constantemente amenazando y controlando. ¿Alguien se ha detenido a pensar en eso? Veamos:

A veces ellos pueden sentir que son los culpables del abuso porque con las amenazas “si no me haces caso…te…” “aquí se hace…de lo contrario…” “porque me da la gana…y punto” lo que se crea es un hostigamiento psicológico y mucha gente ve eso como normal y creen justificar los mandos con un “lo que pasa es que es bien estricto”.

No, nono nono. Y es que increíblemente todo el mundo debía entrar por ese carril: yo, los sobrinos y hasta los amigos de mis hijos (pobrecitos, ya ni querían ir a mi casa a compartir). Yo me cansé, todos los domingos al llegar a mi casa después de las comidas familiares, leerle la cartilla a Él para decirle “esto no me gusta”, “debiste dejar que…” pero nada “su palabra era Ley”.

Los hijos también son usados por el abusador para vengarse. Recuerdo, y esto es muy puntual, cuando ya divorciada mi hija y yo no teníamos ni que comer pues mi dinero era realmente justo. Mi pequeña llamó a su papá:
L: Papá, a mi mamá no le alcanza el dinero y tú no me aportas nada. Tengo hambre ¿puedes darme algo en efectivo para mí?
EL: Al otro lado, solo escuchó una voz firme “debo hablar primero con mi abogada porque estamos procesando todo”
L: Pero es para ahora...tengo que alimentarme, debo entrenar…tengo mucha hambre.
Él: En mi casa hay comida. Si quieres vienes para acá a vivir conmigo pero dinero no. Tengo que hablar con mi abogada.

Pobre infeliz, eso marcó a su hija (entre muchas). Con sus insinuaciones solo quería mantener el bendito control.

Los hijos también son usados por el abusador para obtener información: No me había divorciado aún y El ya estaba poniendo reglas de donde debía yo vivir. El se mudaría cerca porque “no me vas a quitar a mis hijos así como así”, “ yo los quiero ver siempre” o el típico interrogatorio cuando me veía con mis hijos “¿dónde fueron?”, “¿ y con quién estaban aparte de su mamá?”, “¿dónde vive su mamá?” “¿quienes viven allí?”.

Los hijos viven en un estado de confusión total. Como los mios, tener que dar información a quien solo les inspiraba MIEDO pero de alguna forma techo o proteger la seguridad de una mamá. Que era y es quien está a su lado hasta el día de hoy. Había un doble mensaje, la incoherencia era absoluta.

Si, muchas veces me sentí dolida. No sabía por qué mis hijos vivían así, no se les enfrentaban como lo hice yo, quería que reaccionaran, se rebelaran. Mil veces le dije a mi hijo “¿cómo es posible que tengas que pagar el seguro del carro a tu papá cuando El no te deja manejarlo y esta disfrutándolo con su novia hoy en día su esposa? “ese carro fue comprado dentro del matrimonio y estaba dispuesto para ti, no para Él”.

Mensajes de este tipo solo causan pérdida de autoridad paterna pero claro mis hijos solo estaban protegiendo su seguridad personal, tenían enojo pero el miedo los hacía complacerlo.

Los hijos abusados también se preocupan y eso se refleja en su diario vivir: mi hija bajó el rendimiento deportivo. Muchas veces la vi llorar frustrada en una piscina al no lograr sus tiempos “mamá yo doy todo lo que puedo, estoy tratando de ser fuerte pero no vengo a los entrenamientos de manera regular porque mi papá no me trae como lo hacías tú. El dice que tiene derecho a divertirse con su novia y sus amigos”. “Quiero salir corriendo de esa casa, llévame contigo”. “¿Cuándo la Corte decidirá que me puedo ir contigo mami?”. Escenas como esas me rompían el corazón.

La adolescencia es complicada pueden caer en drogas, alcohol o quitarse la vida como la chica que les comenté. Ellos no cayeron en eso pero sé que se les hacía un nudo en el estómago:
- Se quedaban en la cama con insomnio.
- Hábitos alimenticios desordenados.
- Apatía por las cosas de la vida cotidiana.

Fast forward:

Por favor, ahora no vengan a decirles a mis hijos que están influenciados o que solo están viendo una sola cara de la moneda. Hay personas que solo han querido ver una versión, la cómoda, las que les permitiera dejar dormir y estar bien con su entorno social y la iglesia. Sigan propagando la unidad familiar, van por buen camino…

Hay que ser muy corajudo para j…orobar a los hijos. ¿Saben qué? Las personas se hacen cómplices de los abusos por comisión y/u omisión.

Pude sentirme culpable pero no. Yo no puedo sentirme culpable de los actos inmaduros de Él. Esto es una cosa muy seria, aún fuera del matrimonio me sentía abusada. Debía ser honesta conmigo misma y con mis hijos. Esto se llama ABUSO, VIOLENCIA.

Yo solo tenía una meta: reestructurar mi vida para ser un modelo para ellos. Mis hijos me tenían que ver como una persona capaz de respetarme y quererme para transmitírselo y liberarlos también. Esa es mi tarea día a día.

Cosas de la vida, los hijos son los jueces más estrictos. Cuando pequeños nos miran como ídolos; de grandes, son capaces de darnos de baja. Tenemos que tratar de llevar una carrera inmaculada ante sus ojos. Al final del camino si así lo consideran, de rango “General” nos llevan a “soldado raso”.

Tristemente, LOS HIJOS SON LAS VICTIMAS SILENTES DE LA VIOLENCIA DOMESTICA. He dicho.


Nos seguimos leyendo en la red!!!