El precio justo o justo el precio

¡Hola!, soy yo Belkis, la autora del Blog. Una vez les comenté que cuando una desea dejar la relación abusiva nos asaltan muchos temores como la soledad, la economía, la legalidad.

La violencia también puede dividir a las amistades y familia. La suegra y su familia que antes te querían, ya no están de tu lado; los amigos no quieren tomar posición y ninguno de ambos grupos podrían admitir la situación. Vendrán las separaciones, inevitablemente.

No me cabe la menor duda que esta es una etapa difícil. Pero ¿qué pasa cuando has vivido aislada de tu gente y quieres reinsertarte en ella? Lo he pensado a raíz de ciertas situaciones que he vivido. Hablemos hoy del caso Familia.

El tener una familia tribal, esa que se mueve en un solo bloque, te acogerá porque eres una de los “suyos”. Te defenderá como leona a su cría. ¿Y si no? Pues tendrán la opción de tomarte o dejarte. Es lo que yo llamo el precio justo.

Ejercicios mentales:

Desde que era jovencita me alejé de mi familia por la incomprensión de papá, por la falta de decisión de mamá, por la rigidez de un hogar en mi etapa de adolescencia y por tener un novio, que luego fue mi esposo, absorbente que le hizo mucho bien terminar de apartarme. He debido empezar de nuevo.

Con la certeza de que no sería fácil, entendí que la primera gran relación partiría de la relación conmigo misma. Sí, porque mis relaciones perfectas tienen que ver con el modelo de relación que llevo conmigo misma de un tiempo para acá: PENSAR-DECIR-HACER. Y es muy difícil hacerlo porque estoy en un contacto constante conmigo misma. Tengo un chip hablándome permanentemente.

En esto también tuve que empezar de cero como si de una carta de presentación se tratara: “Hola, mucho gusto soy Belkis Marcano, la hija de, la hermana de, soy tu sobrina, soy tu prima, soy tu ex vecina”…y así empezar a reconstruir mi árbol genealógico y mi nuevo mundo.

A los amigos tú los escoges por afinidad, pero la familia la tienes asignada. Yo creo estoy ahí porque me ata una historia de amor con cada uno de los miembros de mi familia materno-paterna (esa energía que hace que dos seres se encuentren). Tal vez ellos no se han dado cuenta, aunque yo sí.

Si fuéramos capaces de responsabilizarnos que somos maestros perfectos los unos de los otros, entonces nuestras relaciones serían de otro color, tendríamos relaciones libres. ¿Cómo se los explico?.

Si me haces un desaire, si me decepcionas, si me defraudas, como me pasó esta semana; además de dolerme, de enfurecerme, me estancas energéticamente. Sin embargo ¿sabes qué? me estás enseñando. Yo trasciendo la anécdota y la he convertido en aprendizaje porque si me quedo pegada en la nota pierdo yo. Gracias.

La historia de amor con cada uno de los seres que conforman mi familia la he buscado limpiamente desde la honestidad. Para mí la honestidad la conforman mi claridad, mi incondicionalidad de amor y mi confianza.

Yo no necesito demostrar nada. Simplemente expreso lo que siento respetando mis sentimientos y aunque no lo crean familia, los vuestros también, porque eso marca el respeto y la libertad. Para mí, el que seamos miembros de una familia tiene un precio justo así como las membresías de un club. Ese es mi concepto de familia. Te explico cada uno:

Claridad: ser buen hermano, buen primo, buen sobrino es sencillamente compartir amor. Por supuesto eso tiene mucho que ver con la transparencia, la capacidad de evitar los secretos porque somos familia. Preservando esos secretos nos estamos alejando nosotros mismos, hacemos murallas.

Que bonito es decir ¡abrázame porque tengo miedo! o ¡déjame besarte porque cada vez que te veo en esas fotos recuerdo todo lo que yo quiero hacer! o comparto contigo porque en este país hay espacio para todo el mundo, apriétame la mano. Ser transparente sin sentirte reprobado o aprobado porque somos parte de una familia es lo ideal.

Incondicionalidad del amor: para que fluyan las relaciones no podemos partir de una premisa de condicionamiento. Me gusta la gente que tiene mi misma conciencia pero me puedo llevar bien con diferentes ideas aunque eso si, desde la sinceridad.

Confianza: creo que la comunicación que se basa en la mentira aparentemente puede solucionar una emergencia que a la larga deja un foco peligroso llamado falta de confianza. Por eso puedo ser hoy día como soy sin ningún temor.

No vengo a quitarle espacio a nadie porque hay para todos. No le temo a ninguno de los que me rodean porque todo llega y se va. Miren la naturaleza, miren lo preciso que es el otoño, desnuda a los árboles y luego llega la primavera a cubrirlos. No hay equivocación alguna.

Sin embargo, ese es el precio que se paga cuando una se ha aislado por tanto tiempo. En mi caso como 26 años. Todo en la vida tiene su costo y yo pago mi cuota, es el justo precio por vivir aislada. La familia puede tomarme o dejarme. Ese es mi encuentro con el perdón y la libertad, por eso soy lo que soy ahora. Me gusta lo que veo.

Nos seguimos leyendo en la red…!!!