Yo tambien

febrero 08, 2011

Cuando él es el maltratado


¡Hola!, soy yo Belkis, la autora del Blog. Anoche estaba en un evento sobre crecimiento espiritual y como siempre, las mujeres predominaban dentro del público. Sin embargo, tal vez más que en otros tiempos, había presencia masculina.

Allí se invitaba a que el hombre fuese más participativo, a que diera rienda suelta a sus sentimientos porque estábamos en un momento de reconocer la igualdad como seres humanos. Pensé entonces en escribir este post. La idea de que un hombre pueda ser abusado por parte de su pareja mujer es poco creíble, aunque muy real.

Si son numerosos los hombres que se niegan a ir a eventos, talleres clasificados “DM”, léase “de mujeres”, mucho menos van a admitir de manera pública que son hombres maltratados. Yo creo que es hora de analizar lo que es “sexo débil” porque cuando dicen así, una piensa siempre en la ternura, la sumisión, la necesitada de protección.

Cuando en realidad, las que desean romper con esos patrones se convierten en unas verdaderas máquinas pensantes y maquiavélicas tan iguales que los llamados “sexo fuerte”. Tan fuertes, que son capaces de abusar en los mismos términos que les he venido explicando aquí de los hombres hacia las mujeres.

El maltrato es una de las situaciones que más me impacta hoy día porque destroza familias, destruye a las personas silenciosamente.

Poder y Control:

Sigo con mi teoría, además comprobada, de que las mujeres abusadas son mayoría pero aquí no es cuestión de géneros lo que deseo tocar, sino la necesidad de romper estereotipos que vienen desde la casa hasta pasar por los mensajes de los medios. Piénsenlo y verán.

Es como una sombra donde el hombre es el que debe llevar las riendas, sin tomar en cuenta que a lo mejor tiene pobrísima autoestima, inhibición y hasta soledad.

Y cuando de soledad se trata eso es bien delicado porque hoy día se sigue pensando que los hombres no deben llorar. ¿Y quién dijo eso? ¿Acaso a un hombre no le duele, por ejemplo, el que le aparten de sus hijos de manera poco respetable? Eso es abuso, intimidación.

El hombre casi nunca habla con sus familiares, amigos, compañeros, básicamente con nadie de lo que les pasa. Esta escena es común. Si una mujer llama a su amiga para contarle que “algo no va bien con su vida” pues eso es un hilito y se va todo el descosido.

Pero ¿un hombre? Un hombre se encuentra con un amigo y entre sorbo y sorbo (de café, licor, cigarro, etc.) solo comenta en breves palabras que hay diferencias con su pareja y el oyente es incapaz de preguntar ¿Por qué? Según ellos, esas cosas se respetan, son curiosidades femeninas y cotilleo.

¿Entonces? La respuesta habitual es el si-len-cio. Un hombre no denuncia pensando que nadie le va a creer que su mujer es potencialmente peligrosa. Yo le creo.
Un hombre puede ser destruído en un divorcio porque las mujeres abusivas son capaces de denunciar y difamar.

A una mujer abusada le es cortada todo tipo de entrada monetaria y aislada de cualquier posibilidad de obtener ingresos. Cuando es ella quien violenta, es capaz -por ejemplo- de dejar las tarjetas en rojo abusando de manera muy visible y descarada.

Seguramente dirán que la mujer abusiva es agresiva porque consume alcohol, medicamentos para los nervios o viene de familia (pudiera ser) pero hay unas que tienen conductas de trastornos severos que las hacen más voladas, depresivas y encima son dramáticas cual telenovela. Lo sé, tengo casos muy cercanos con esas características y si usted se pone a pensar seguro que también conocerá de alguna.

Tanto el hombre como la mujer se quedan en este tipo de relación por las mismas razones:

-Temor: a perder a sus hijos y el vivir desterrados por la frase “no hay nadie como una madre”. Bueno, madre es madre aunque toda regla tiene su excepción y, estas mujeres abusivas dañan nuestro gremio.

-La culpa: ellos juran que van a poder cambiar a su pareja. Si, ajá, sigan creyendo…

-Dependencia mental: bueno yo apuesto por esta dependencia solamente porque sería muy triste pensar que si nosotras buscamos nuestra independencia económica, un hombre deba quedarse bajo abuso porque depende en este factor de su mujer y/o le impidan trabajar pero…una nunca sabe ¿verdad?

Para terminar, ratifico que lo expuesto aquí por mí no anula de ninguna manera mi posición del abuso del hombre hacia la mujer y de manera despiadada. Ante eso, STOP; no obstante, sigo en la búsqueda de cambios y romper mitos y estereotipos. Todos excepto el azotador o la azotadora son víctimas.

Nos seguimos leyendo en la red…!!!

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