7 años después…
Ellos me buscaron. Unos por las redes,
otra personalmente. Recordamos así que había existido un nexo. Hubo silencio,
lágrimas, desconcierto. El tiempo solo hizo la pausa necesaria para escuchar la
otra parte. Esa, que unos cuantos quisieron tapar o en caso extremo, dar su versión al mejor estilo de un
cuentacuento pero de adultos.
Fue entonces como todo lo conversado a
sotto voce por un largo período, empezaba a tener sentido. Ahora estaba sentada
frente a familiares de Él. Era mi turno de hablar.
¡Hola! Soy Belkis. El propósito fundamental
de este blog y especialmente de la sección
‘Mi historia’ nunca ha sido revolcarme en el sufrimiento y quedarme
atrapada en un largo capítulo de mi vida hasta enfermarme o más triste aún,
perder la capacidad de pensar y sentir por culpa del pasado. Nada más lejos de
la realidad. Siempre lo he dicho “Lo
hago como complemento de mi tarea, creo que puede servir a otras personas en la
medida que se vean reflejadas”. Toda esa época quedó atrás, ahora la vivo ‘fuera’
de mí.
En 'Mi Historia' tengo muchos cuentos |
La verdad es que hace muchos años, después de unos cuantos errores y algunos frustrados intentos
de acercamiento hacia la contraparte, perdí interés alguno hacia
eso. ¡Ah! recuerdo que di JAQUE MATE y me dediqué a crecer. Más una nunca sabe por dónde salta la liebre y ya
ven, cuando menos lo pensaba y sin esfuerzo alguno, se dio uno de los más
bonitos y civilizados encuentros con primos y sobrinos ‘putativos’. Ellos buscaban la otra cara de la moneda.
Cuento esta anécdota para todas aquellas
mujeres que después de haber tenido una relación abusiva les resulte
absolutamente ‘normal’ querer explicarle a la familia del ‘ex’ lo que le ha pasado, de manera de sentirse apoyada
o por lo menos comprendida. Traducido al día a día: eso no es signo de
debilidad; por el contrario, indica que eres muy valiente y que estás dispuesta
a defenderte ¡Claro! siempre y cuando lo hagas desde la decisión y no de la
carencia. Sin embargo, déjame decirte que en ese momento la mayoría de las veces es un acercamiento
fallido. Siento desilusionarte por ello.
La espiral del silencio
Hablar de este tema resulta antipático
porque a ver ¿quién quiere cuestionar
los valores idealizados de la familia?
Le suena la frase ‘no se ha portado bien,
pero hay que entenderlo’…pues bien, hay una serie de ideas preconcebidas acerca
de la violencia doméstica que no ayudan a comprenderla. La violencia no es una
infección, ni es algo excepcional y minoritario, sino que es algo muy común y no en vano es el crimen encubierto más
extendido por el mundo. De esta forma puedo hacer una larga lista que más que
afirmaciones parecen términos sacados de un pacto de coalición.
Flashback:
Conversar con la prima/comadre me hizo conocer los comentarios de la familia que justificaban
un mal proceder o que ignoraban la seriedad de la situación, y más triste aún
la posición de los que ‘estiraban la verdad’ para que la mujer se viera
culpable – o sea yo- y de alguna manera
responsable por el abuso ¡plop!
No me sorprendió para nada saber que Él
se había convertido en un cuentacuentos…pero de adultos. Esto permitió que la
gente siguiera con su vida sin tratar de ayudar y el verdadero protagonista de
la historia quedara en absoluta clandestinidad. Es que ya me lo imagino en su
afán por demostrar que es una persona de
cierta forma cuando realmente no lo es y tal vez no lo sea nunca.
Confieso que mientras nos servían algo de
comer y escuchaba a los interlocutores
era como un déjà sentí ¿Por
qué me sentía tan patética? ¿Cuál es ese afán de querer vivir la vida sin
criterio? Lo que si les aseguro es que, escucharles la cantidad de pendejadas
que se montaron por tanto tiempo no era
solo recalcar la desigualdad de sexos que existe en nuestra sociedad sino la
capacidad de tolerancia ante tanta violencia. ¡Protesto!
Y volé en el tiempo: “Qué importa si ella
piensa de lo que puede hacer más allá de los confines del hogar. Su papel está ahí
en la casa”. O mejor algo así: “Puede estar educada pero no tanto”… ¡¿Cómo
creen?! Eso ya era sospecha que podía
estar activa en áreas pecaminosas.
Y ni que decir de lo que se esperaba de
mi ‘respetar y obedecer a mi esposo’ porque no hacerlo y querer pensar un poco más
allá había sido una posición egoísta a quien no le importaba la familia y ¿emular la independencia del resto de las
mujeres de la familia política? seguramente se había considerado como un acto
de mujer envidiosa; es decir, por donde se viera la regla era mantenerse sumisa.
El que Él fuera típicamente y exageradamente celoso,
posesivo y verbalmente abusivo hasta llegar a los extremos físicos, no pasó –aparentemente- por la cabeza de
ninguno de los miembros de esa familia, es más, la idea no era sostenible hasta
que yo lo dije.
La violencia no es algo excepcional y minoritario. El silencio la refuerza. |
Fast forward:
No se confundan, si bien es cierto que la ruptura conyugal da
lugar a una buena parte de la violencia
doméstica en nuestra sociedad, no es menos cierto que no es el divorcio en sí
el causante de tantos atropellos sino las ideas obsoletas de dominio del hombre
sobre la mujer.
La familia tiene un importante papel en
la transmisión de valores, que pena que
muchos descendientes paguen precios muy altos por la ‘astucia’ de uno o de varios de sus miembros y su falta de
sentido común.
No hay ninguna duda de que fueron tiempos
difíciles. Ese puede ser tu caso, sí, el tuyo, que me estás leyendo en este
preciso momento. Como para muchos es muy difícil admitir que su hijo, hermano,
primo, tio tiene un problema de maltratador, el silencio social sobre esta conducta
la refuerza.
No pienso
moralizar a nadie, ni más faltaba. Simplemente creo haber logrado mi
cometido y aunque no todos pensamos igual y eso es absolutamente respetable, dejar saber - a través de un análisis sereno-
que hubo una ruptura con serias y muy marcadas connotaciones abusivas con consecuencias
legales, migratorias, económicas, morales, emocionales, entre otras, puede
permitir a quienes les interese, ser
más flexibles y a la vez tener una perspectiva más amplia de la historia.
Ahora
hay que reconocer que existe la opción
que algunos miembros de la familia –pasada la etapa de violencia- se
encuentren en una posición mejor para aceptar y entender lo que pasó. Es importante también recordarles que aunque
no hay dos casos iguales y las experiencias
personales varían, somos espejos. Si lo seguimos ocultando ¿cómo vamos a
combatirla? ¿Habráse visto una actitud más conformista e imbécil?
Qué tal si de ahora en adelante
comenzamos por enseñarles a nuestros hijos a no sentir que, por tener los
mismos sueños, aspiraciones y capacidades somos una verdadera amenaza social. Del
resto fue una velada sabrosita pues me enteré de un montón de cosas. Era
inevitable. Que si el trágico desenlace de fulano, como que sutano ya tiene
tantos hijos, la ex esposa de mengano está..., etc., En fin, un rollo tragicómico
digno de esa misma familia ¡Ay Dios y con todo lo que yo he evolucionado en este largo tiempo!
Según mi modo de ver las cosas, el tiempo
no cambia a las personas…las desenmascara.
Esta frase me vino perfecta para mi escrito |
Me fui con la sensación de haber visto
por lo menos en esta chica (la niña dulce que dejé, ahora casada y madre de
familia) a una mujer modernizada huyendo del machismo patológico, inmaduro y
obsoleto de sus antecesores. Creo se puso en mis zapatos.
A los que estuvieron ausentes y ahora
regresan a mi mundo, ésta soy yo. Welcome
to the club!
Feliz fin de semana y ...Nos seguimos leyendo en la red…!!!

Excelente ejemplo soy una de tus fans y admiradora y orgullosa de verte ayudando a esa causa tan importante como la violencia domestica. Que Dios te bendiga .
ResponderEliminarGracias mi prima bella. Me encanta saberte por aca y que me apoyes. Un abrazo
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