Búscalos pero ten presente que…

Ciertamente, las terapias son uno de los métodos tradicionales más usados como herramientas auxiliares para afrontar de manera efectiva el abuso doméstico o casi cualquier cosa. En algún momento les comenté lo que podrías buscar en ellas. Ahora te doy unos tips que pueden ayudarte a identificar cuando no estarías en una terapia adecuada. Veamos:

Te piden que seas paciente con el maltratador: ¿Pero cómo? si te encuentras en una relación abusiva es porque tu pareja no tiene el mínimo interés en arreglar el “modus vivendi” ni tampoco está interesado en discutir el “modus operandi”. Entonces no entiendo cuando algún terapeuta dice “ten paciencia”.

Emiten juicios sobre tu conducta: a pesar de que se te llenan los ojos de lágrimas y el corazón de tristeza; primero, de entender lo que estás viviendo y luego, contárselo a esa persona extraña que está en el supuesto deber de ayudarte, escuchas a veces frases así de tu interlocutor “la idiosincrasia del latino” “o el hombre es machista, entonces bla, bla…”. Ummm… un terapista racista o sexista no será de mucha ayuda para ti.

Creen en los roles tradicionales impuestos a las mujeres: No. A pesar de todo, muchas parejas abusadas continúan e intentan sacar lo mejor de su situación, pero a menos que hagan algo radicalmente diferente, solo sufren más. Búscate a alguien que te inspire a enfrentar tus temores, a disminuir tu dolor.

Te aconsejan que no denuncies al maltratador porque eso es un proceso muy largo: pues largo es, verdad ¿pero alguna otra alternativa? Sí. Deberías meter tu dolor, confusión, temor y pobre autoimagen en un bolsito y salir. Claro, muchas se marchan pensando que esto las liberará y para algunas funciona, aunque muchas otras continúan sufriendo. Es que la batalla es larga hasta lograr nuestra cordura, esa que se escapó de nuestras manos sin darnos cuenta y vemos la culpa por todos lados.


Subestiman las consecuencias del maltrato: yo te digo, ya continúen o se vayan, son años de lucha para superar lo que han estado soportando y luego encontrarle un sentido a todo.

Te aconsejan terapias de pareja: depende del punto. La terapia matrimonial tradicional no es la apropiada. La terapia es para ayudarte a solucionar problemas y da mejores resultados si la persona admite que tiene un problema (en este caso tu pareja) y que él ingrese a ese tratamiento sin esperar absolutamente nada de ti.

Mientras él no reciba consejos “profesionales comprobados” es una amenaza latente para ti, para la familia, para la sociedad. Él te promete que no te volverá hacer daño. Es como la promesa de no volver a tomar o fumar, pueden pasar meses o años.

No te ofrecen información: pregúntale al consejero si tiene experiencia trabajando con mujeres abusadas desde que haces tu primera cita.

Prolongan el tratamiento y cobran honorarios desmesurados: si no te sientes cómoda con él o ella, puedes cambiar. Es perfectamente válido que busques quien te haga sentir en confianza. Si por casualidad van los dos a terapia es preferible que no sea la/el mismo consejer@.

L@s consejer@s que se encuentran en los refugios, no cobran por sus servicios. Las iglesias muchas veces ofrecen también estos servicios. Los psicólogos, terapistas, y consejeros particulares cobran por hora. Unos aceptan seguros médicos del gobierno, otros trabajan con seguros médicos privados. También hay terapeutas que cobran por escala graduada o sea, que te cobran conforme al ingreso del hogar.

Las terapias pueden ser costosas pero si encuentras un terapista que no cobra mucho y que te comprende puede ser una buena inversión para ti. No es fácil. No toda pareja abusada elige hacerlo. Tú eres una de las fuertes o no estarías leyéndome.

Nos seguimos leyendo en la red…!!!